De mentiras y otros escándalos en la red

El hecho de mantener contactos a través de Internet, leer las noticias frescas que rodean los medios de comunicación masiva en el mundo e interactuar con amigos en otras latitudes, es pasión recurrente que atrapa los sentidos de quienes nos interesamos en estar alertas ante la avalancha informativa planetaria.

Algunos temas repetidos, cargados de mentiras, son quizás los que más resonancia tienen y los que más rechazos conminan entre periodistas serios o personas que dedican tiempo al pensamiento que ayuda a dilucidar entuertos.

Algunos simplemente intentan escapar, pretendiendo disfrutar la novedad de la red de redes, aunque tienen obligación de echar una ojeada a sus alrededores.

Leyendo una crónica en la BBC coincidí con Fernando Ravsberg, su autor,  acerca de las tantas veces que los llamados enemigos de la Revolución Cubana, levantan cortinas inciertas sobre nuestro país y acuden al viejo sueño de matar a Fidel Castro, aunque sea de mentiritas.

El tema viaja por Twitter, Facebook o cualquier otra red social, donde convergen muchos  incrédulos o interesados en forjar ilusiones a partir de la supuesta muerte del líder de la Revolución Cubana.

Alguna ganancia tienen en ese negocio de las mentiras y debe estar más allá de constatar el impacto de esa noticia o motivar el enfurecido y añejo deseos de los que en Miami siguen pensando en las balas y bombas contra esta Isla.

¡Cuanto descrédito para un sitio digital!  El publicar artículos sin corroborar, sugerir información sin fundamento alguno y martillar ideas espurias en los pensamientos,  pasa por las mentes de los ilusos que usan las bondades de la Internet sin medir consecuencias.

Así las noticias van y vienen por las maravillas del Ciberespacio. Los más superficiales son blanco fácil de las intrigas y los navegantes sobrios indagan en las razones y campañas.