lunes, mayo 21, 2018
emimundo Cuba
La muerte cubrió de llantos un día especial en su vida. En la mañana escuchó la voz de su papá que le llamó desde la Habana para felicitarlo y le dijo que en unas horas estaría en casa para celebrar. El 18 de mayo Enriquito cumplió 12 años y para él no hay día más triste, el hombre que siempre fue ejemplo y cariños pereció en el vuelo DMJ 0978.
Enrique González Arguelle, de 48 años de edad, fue una de las víctimas del trágico suceso que dejó con dolores al pueblo de Cuba. Este domingo, a las diez y 18 minutos de la noche los restos de Boris, como le decían en la comunidad, fueron recibidos por cientos de vecinos, amigos y familiares en Pueblo Nuevo de Cabonico, Mayarí.
El trabajador de la forestal, con dos hijos y cuatro hermanos dejó trunco los proyectos familiares porque el destino le impidió volver a su casita de madera, pintada de verde y con el susurro del río, donde le esperaba su esposa Edelmis Gutiérrez.
Junto al pueblo de Cabonico en la noche del domingo y madrugada de este lunes estuvieron las máximas autoridades del Partido y el gobierno en Mayarí.
El hogar de Enrique se hizo pequeño para el encuentro final. Allí en la sala de la casa las cenizas en un jarrón, acompañadas por una foto, flores y velas, recibe los últimos hasta siempre de los que en vida, vieron caminar a Boris por los senderos del Prado y bosques cercanos.
El abrazo del pueblo de Cabonico, fue también el abrazo de Mayarí y toda Cuba, como expresión del luto nacional guardado ante las victimas del trágico suceso.
Aunque el papá no llegó para su cumpleaños, Enriquito y su hermano Carlos, de 12 y 10 años respectivamente, guardan el regalo de amor que les profesó siempre, ese que nunca olvidarán porque está envuelto en las esencias del alma y el cariño de quienes le conocieron.
Escuche la historia en audio.
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