jueves, octubre 20, 2011
emimundo Cuba
Cada pueblo de Cuba tienes sus aportes al fenómeno cultural nacional. Cada uno de ellos compone la mezcla necesaria para el ajiaco contado por Fernando Ortiz y devenido asidero para todo el que desee graficar lo que somos en lo sociocultural.
Mayarí es un pueblo con tradiciones conocidas que aportan constantemente a la cultura cubana, esa que este veinte de octubre celebra su día y desanda en la memoria los campos de combates y cosechas, junto al himno de Perucho, los bayameses y los cubanos todos.
Aunque en la universidad supe que la cultura es una manera de relacionarnos, porque decimos tener cultura de algo cuando sabemos interactuar con ello; es bien conocido que encierra mucho más que lo aprendido en la escuela y el hogar.
Desde hace mucho supimos que en esta tierra era menester diario el cultivo del Tabaco y la Caña de azúcar. Con el paso del tiempo esas culturas se adhirieron a otras industriales, con la llegada de la fábrica de Nicaro y las minas de níquel, todas a cielo abierto. Le siguieron fábricas de Fertilizantes en felton y de plástico en Cajimaya, la vega de los chinos en el cocal y la explotación de madera en Pinares, junto al café y los planes para cosechar tomates.
En Guaro surgieron grupos de toques y danzas raras, traídas por los jamaicanos y Hatianos, asentados allí para explotar las plantaciones de Caña, mientras que en Guatemala un central representó orgullo durante muchos años, dando al batey una mezcla étnica increíble.
La vida cultura de los mayariceros fue todo eso y más. Se cuentan las luchas libertarias de los mambises con Arcadio Leyte Vidal y MateoSánchez a la cabeza y no faltan los rebeldes en Guanina o los internacionalistas que cayeron con el Ché en Bolivia, los hermanos Martínez Tamayo.
Cultura es sin dudas todo ello, como también es el decorado arquitectónico de nuestras ciudades, caracterizadas por columnas altas y portales alargados. Casas pintadas de Amarillo en herrera o las tablas machihembradas.
Mayarí cuenta su historia cultural de lujo en casi todas las esquinas. Ahí también revive el río y sus inundaciones incontables. El quebracho salvador a la esquina del parque Barceló y las retretas los domingos en la tarde.
¡Cuantos recuerdos de las fiestas patronales en mayo, los altares de cruz o los bembés los cuatro y 17 de diciembre!
Carnavales y encuentros soneros son momentos festivos para el recreo de nuestra cultura popular, la cultura de todos, que en Mayarí tiene también su cocina típica, con los platos de potaje caliente, la yuca con mojo y el lechón asado en los encuentros más especiales.
Desde el buen cultivo de la tierra hasta la expresión más sublime del arte está la cultura del mayaricero. Aquí es prioridad el dialogo ameno y franco, la palabra entre compadres y el sonido rítmico del tres conminando al placer de ser mejores hijos de esta tierra.
Esa es nuestra cultura primera.
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