Estuve lejos cuando su partida definitiva. Siempre lo consideré maestro y amigo, hombre sencillo que enamoró con su canto fiel y atrajo musas nuevas a su tierra de Mayarí.Así podemos definir a Rolando Neyra Lamarque, el hijo de Manacal que saltó a la luz del canto un día y se convirtió con la gracia divina de los tiempos en inspirador y aedo.Este Neyra cantor incansable, es el único hasta hoy que desde Mayarí puso su voz inconfundible en un filme cubano. Recuerdo con agrado sus historias sobre aquella Vidas Paralelas, pieza memorable para el devenido principal exponente del bolero en estas tierras.No lo vi cuando partió. Lamento el hecho...