Asoman primeras habitaciones del Motel Bitirí.

(Foto: Archivo Cubadebate)

Hubo que esperar por casi más de una década para volver a disfrutar del legendario motel de Mayarí: El Bitirí. (Debe su nombre al puente natural que cruza sobre el río homónimo, ubicado en el hoy municipio de Cueto)

La empresa constructora de obras del poder popular (ECOPP) en la provincia de Holguín, asegura que el próximo diez de octubre quedarán listas las primeras 28 habitaciones de la instalación y en los meses del año 2014 será concluida la reparación capital.

Este es un caso singular en Cuba de la mala ejecución en un programa inversionista. Todo comenzó con entusiasmo y lo que parecía fácil se fue tornando más que complejo. En ello tuvo que ver la  mala planificación. Primero las licencias ambientales y luego todo lo demás, con una demora que desafió la paciencia de los mayariceros.

La obra tiene un costo elevado para la empresa de Comercio, dueña del inmueble. Ya no será el legendario motel Bitirí con su restaurante de madera, pero será una instalación con más posibilidades para la creciente población mayaricera.

Lograr entregar las primeras 28 habitaciones el venidero mes de octubre, plantea un reto para los trabajadores de la ECOPP y es por ello que la empresa provincial asume una singular estrategia que estimulará a la fuerza constructora de forma moral y material.

Un caso No resuelto para el Motel Bitirí en Mayarí sigue siendo las áreas de piscina, donde persisten dificultades para su llenado y disfrute, muestra de ello es que durante el verano 2013 no pudo ser utilizada.

Luego de la espera, todo indica que el Motel mayaricero volverá a sus funciones y  las habitaciones presentan nuevo diseño, además de mejores condiciones técnicas.


Fundado el 22 de octubre de 1966, el Motel Bitirí fue referente para muchas familias que desde distintas partes del oriente cubano llegaron a disfrutar de una de las mejores elaboraciones de cocina realizadas en esta región del país.

Entre sus beneficios más inmediatos estará acoger a músicos e invitados para el venidero encuentro de agrupaciones soneras,  hecho que permitirá que finalmente los mayariceros puedan intercambiar sin premuras con los artistas que nos visiten, ofreciendo un valor agregado a la vida espiritual del pueblo.