El Ma-yara-í de Luis Enrique Jaime Saiz


Hace unos días cayó en mis manos un ejemplar de la novela histórica  Ma-yara-í, escrita por un hombre que no conozco personalmente pero que tiene sobradas referencias entre varios habitantes de Mayarí. Los amigos le llaman Wicho y cuentan que en tierras mayariceras fue fotógrafo, escritor e investigador, aunque estás ultimas facetas la desarrolló de forma empírica.

Jaime Saiz vive ahora en los Estados Unidos y puedo afirmar, por lo leído en su novela, que es un apasionado de las historias de su tierra natal.

Ma-yara-í es un libro para fascinar a los que gustan de conocer anécdotas sobre los inicios del pueblo y sobre todo para los que desean leer una novela sobre sus raíces, una literatura para acercarnos de manera creativa a la formación de una identidad.

La trama guarda vestigios detectivescos y nos mueve alrededor de la muerte de dos negros esclavos propiedad del hombre que adquirió estas tierras del oriente cubano: Bartolomé Sánchez Bahamonte. El propio hombre que deseo formar un poblado en las costas de la bahía de Nipes, en las inmediaciones del río Juan Vicente, para llamarlo San Gregorio de Mayarí.

Esos son solo motivos para que Jaime Saiz desarrolle su historia,  basada, según nos cuenta en el prefacio, en manuscritos originales que cotejó y legó en forma de novela.

Es una pieza para leer de un tirón, como diría un buen amigo. En ella nos embriagamos los amantes de la historia de Mayarí, conocemos a personajes reales y de alguna manera viajamos a los lejanos años de 1750, a los copiosos campos de entonces y al caudaloso río que nutría las tierras al estilo del Nilo en Egipto.

Los elementos dramatúrgicos tienen lógica orgánica y resalta una especie de suspenso y falso suspenso, con puntos de giros bien logrados en los cortes de algunas escenas que refieren al deterioro de los documentos. En los parlamentos nace la inquietud cuando encontramos acotaciones como Comidos por polillas, borroso o aquí falta un trozo de papel.

Maracabón, Petronila, Don Bartolomé, Nupe, Montero quesoduro, don Ginorio, Longino, Jota ge,  Pedro Oportuno y muchos más son personajes que enriquecen la obra. Aunque existen pocos ejemplares de esta novela, concluida en el año 2006,  ya algunos la pasan de mano en mano desentrañando sus miradas al Mayarí de los tiempos.

Para el final, Jaime nos reserva un glosario que aclara términos y eleva el conocimiento del lenguaje.

Haya mucho que decir en Ma-yara-í y entre sus páginas sorprendentes descripciones de estas tierras, como la reflejada por nuestro Arcadio Leyte Vidal: Habiendo nacido un pueblo en tan caprichoso lugar entre lomeríos y riachuelos con unos terrenos feraces, sin igual, usted se trepaba en la loma de Bibiana y podía contemplar la hermosa vista a sus pies, los inmensos palmares en su faldeo, el río grande coloreado por las nueves, la montaña zafirina del Cristal y la Sierra Nipeña con sus pinares abundosos, que hacen dos muros naturales a este valle hermosísimo del Mayarí.



2 comentarios:

Cesar Hidalgo Torres dijo...

Emilio, ¿cuándo me prestas el libro?. No sé nada de él y lo lamento. Tu sabes que esos temas me interesan. Un abrazo

emimundo Cuba dijo...

Estimado cecar, este ejemplar lo tengo prestado por solo unos días. Es uno solo en todo Mayarí.

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