Fiesta que hizo espumas


Hace unos días despertó curiosidad entre los jóvenes de Mayarí una fiesta que tuvo como centro al Motel Bitirí. En la instalación, presentaron una descarga atípica donde las luces, los DJ y las espumas de equipos muy sofisticados causaron impresión.

Luego supimos que los dueños del jolgorio realizaban las contrataciones sin contar siquiera con aprobación oficial de algún organismo cultural, encargados de velar por la transparencia de los productos que se ofrecen al público nacional.

Se trató de una actividad comercial, más que cultural, realizada de forma ilegal, según cuentan. Algunos asistentes al lugar me aseguran que pagaban la entrada, 25 pesos, hasta por subir encima del muro y saltar.

Aunque la fiestecita no terminó con agrados para los organizadores, hoy en proceso de análisis, hay que observar más allá del asunto y estudiar las maneras en que llegaron hasta Mayarí los de la Fiesta de la espuma.

Un día despertamos y el centro de la ciudad estaba cargada de pegatinas promocionale en postes y paredes. Nadie cuestionó y todos pensaron que era obra del sector de la cultura. Fueron varios días  y ciertamente la incredulidad nos marcó.

Presuntamente los encargos son de un municipio lejano al nuestro y fueron contactados de manera particular por alguien que intentó lucrar al por mayor, violando las normas de los organismos que rectoran y comercializan espectáculos en la Isla.

Pero el asunto se complica cuando sale a la luz que en algunos de esos espacios, concebidos de forma ilícita, se estimula en demasía el consumo de alcohol entre los jóvenes, el baile obsceno y ventas ilegales de algunos productos nocivos demandados por los más jóvenes.

A ello añadimos que el mensaje cultural estimulado por ellos está viciado de tendencias modernas como el reggaetón, que lastran los intentos por fomentar el buen gusto por la música y el baile cubanos.

Claro, el simple hecho de realizar la actividad de forma solapada, sin contar con autoridades locales, es un desafío que enfrentan los ahora investigados, quienes cargaron con equipos de luces solo vistos aquí en las películas y que sin dudas causaron, repito, un gran impacto en la primera y única noche de presentación.

Aunque no ha habido hasta hoy pronunciamiento oficial de los hechos, son muchos los que comentan del caso. Sin dudas es menester aprovechar los recursos de la comunicación.

Ante el anuncio de que este fin de semana actuaría en Mayarí Diván Sotelo, me propuse comentar el tema, ya que este último no vendrá y también causó algunas inquietudes.

Dejo claro que Diván sí posee representante legal para comercializar sus obras y conciertos.

No obstante, este domingo bailaremos con Mentes Callejeras en la Plaza, a partir de las cinco PM y a cinco pesos cubanitos la entrada.




1 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema esta en que mayarí no existe buenos lugares para la juventud, que se sabe desde hace tiempo no hay lugares para salir, y al llegar una descoteca tan buena como la que arribo a nuestro pueblo era normal que todos fueran para el bitirí.Ahora digo más porque el estado cubano no prepara y se preocupa en nuestro municipio buenos lugares para nosotros la juventud.

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