Periodismo cubano hoy...apuntes al debate


Mucho se comenta en las redes sociales del periodismo practicado en Cuba hoy. Algunos llegan a la ofensa mayor, mientras otros zarandean el tema de la objetividad y el oficialismo.

A propósito de un artículo de Antonio Moltó Martorell, publicado hace solo unos días y reproducido en algunos blogs, los más críticos de la realidad cubana se hicieron la boca agua y dejaron escapar salivas.

Analizar la prensa cubana de estos tiempos, debe pasar primero por escuchar las reales demandas del gremio periodístico, que para nada están alejadas de otras vinculadas a las necesidades sociales de una nación Bloqueada y con algunos vicios burocráticos.

La cuestión de análisis tiene campo abierto, sin tapujos, en los encuentros de la organización que aglutina a los periodistas cubanos hoy (UPEC) e incumbe de hecho, a los que pujan por perfeccionar su tarea para mejorar el producto informativo que consume el pueblo.

Mejorar esta prensa y hacerlo de manera orgánica, pasa también por el cambio de pensamiento al que ha llamado el presidente de la república en más de una ocasión. Aunque ello No quiere decir que la prensa cubana de hoy sea la más mala del mundo.

Eso significa más, una constante provocación para el enriquecimiento del talento demostrado por los periodistas cubanos.


Aquí existe una prensa activa y dinámica, que ciertamente refleja la realidad cotidiana (sobre todo en los municipios y provincias), las agresiones económicas y los sueños de los que construyen la nación. Es también una prensa que carece de algunas herramientas y en cierta medida adolece de un espíritu más diverso en cuanto a la crítica.

Pero ante todo sigue sendo una Prensa Revolucionaria y en consecuencia intenta ajustarse a estos tiempos, para dominar la dinámica de los nuevos escenarios mediáticos por donde consume la gente.

Los periodistas del mundo saben muy bien que las líneas editoriales de los grandes medios responden primero a los intereses de los dueños y por carambola a los más ricos, que en buena medida pagan los anuncios y en otras ocasiones llegan hasta el soborno.

La demanda realizada para garantizar que los medios de comunicación en Cuba sigan siendo propiedad social fundamental, sobre la base de una función pública ejemplar y "aun cuando asuman formas di­versas como la estatal, cooperativa o estén en poder de las organizaciones", busca que no haya manipulación de la realidad en correspondencia con los intereses del sector privado. Los mismos intereses que burlan la democracia en varias naciones del mundo, dan golpes de estado y sucumben la identidad cultural.

Hace muy poco un periodista extranjero radicado en Cuba, refirió las duras mentiras esgrimidas sobre este país en varios medios de prensa de Miami, mentiras que mantienen en vilo a los que viven en la llamada Pequeña Habana. Allí la prensa habla de escasez y apagones, cuando la realidad es otra. ¿Entonces de qué papel de la prensa hablan?

En Cuba el vínculo Partido-Prensa es vital para el sostenimiento de la nación. Más allá de lo que opinan algunos, recordemos que en el caso de La Mayor de las Antillas hay un Partido único, expresión de la unidad del Pueblo y su vanguardia.

Sería contraproducente entonces, hablar de separación de intereses y políticas entre el Partido y la Prensa, si los dos deben velar por el bienestar del pueblo, en cuanto a su seguridad y satisfacción informativa. Los dos son en definitiva el propio Pueblo y los dos transitan por mejoras hacia el desarrollo.


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