Sabemos que hay prensa donde el desequilibrio de la información
es bien pagado, pero el caso del Nuevo Herald es más que indigno ante la
seriedad de un asunto como el supuesto ataque acústico, al cual Cuba dio una
primera respuesta hace algunas horas.
Quizás los propios cubanos que viven en la Florida desconozcan
la trascendencia de este acontecimiento disfrazado en político por parte del
gobierno de los Estados Unidos, el mismo que ahora crea nuevas patrañas para
boicotear también los viajes aéreos incrementados hace solo meses.
Voy a citar algunas frases y palabras del artículo de
marras, porque en verdad luego de leerlas generan malestar en quienes conocen
la transparencia de la muestra documental evidenciadas en uno de los capítulos
de la serie Las Razones de Cuba.
En primer lugar, el texto da por sentado que el gobierno
cubano “intentó demostrar” la seriedad de la investigación realizada hasta hoy.
Dice intentó y eso tiene su doble sentido. No cita que EE.UU no colabora
debidamente con esas investigaciones y de paso pone en duda nuestra seriedad en
ello.
Tomando como base declaraciones del Departamento de Estado,
alegan que “no han podido verificar la autenticidad o el
contenido de los documentos que se muestran en el video” pero cómo lo
van a lograr si niegan participar abiertamente con las partes cubanas en la
investigación.
El asunto sigue elevando su desmesura cuando se lee que un supuesto
oficial del gobierno dijo que no todos los nombres mostrados en la lista (de
los resúmenes de historia clínicas mostradas en el video cubano) fueron afectados.
Claro señor, la lista es el resultado de todos los atendidos en alguna ocasión
en la clínica internacional Cira García. La intención es evidenciar que ninguno
de ellos mostró, en alguna ocasión, síntoma de afectación auditiva severa o un
caso raro en particular.
Al contrario de la suposición del desconocido oficial del
gobierno de la casa Blanca, la muestra de esos nombres evidencia que nadie
escapó a la investigación de nuestros peritos. Estuvieron por igual diplomáticos,
familiares y personal de apoyo.
Lo improsulto de este tema llega casi al cierre del
material, donde el Herald asevera que según el comunicado enviado a ese medio… “Videos como el transmitido anoche solo sirven para distraer
de los esfuerzos para resolver [el caso de] los ataques a la salud”
En medio de una campaña internacional en ascenso
constante donde quieren dejar ver que Cuba es el peor país del mundo y donde un
ataque de ciencia ficción como este supuesto acústico está a la mano, pues un
video fruto del resultado de una investigación coherente es una “distracción” a
la resolución del caso.
Es decir, que debemos dejar que ellos sigan
exponiendo sus versiones infundadas del tema, que conviertan a Cuba en un lugar
violador de las convenciones internacionales y mucho más, sin dar respuestas
transparentes y reales sobre los hechos. Muy gracioso.
Amigos míos, tres periodistas trabajaron “duramente”
en este artículo del Nuevo Herald buscando dar algunos retoques técnicos al
mensaje enviado desde el gobierno de los Estados Unidos, empeñado en distanciar
a los pueblos de las dos naciones y recrudecer el cerco económico, financiero y
político a la mayor de las Antillas.
El cierre fue irónico e irrespetuoso. Referir
que el gobierno cubano “aventuró” una teoría alternativa y que esta tiene como
base el sonido de los grillos, es un insulto a la buena voluntad de buscar feliz
término al engorroso asunto.
Para el que observó el material en video y cubano ciento por ciento, quedó
claro que en el análisis de los sonidos resaltaban los de los insectos y entre
ellos el de los grillos, aludiendo un resultado concreto y dejando claro que ninguna
herramienta de daño humano pudo ser utilizada desde Cuba.
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