Venezuela decide.

Las elecciones parlamentarias de este domingo en Venezuela, tienen matices singulares y según politólogos de distintas latitudes, será una jornada matizada por las diferencias en relación con procesos eleccionarios anteriores desde el inicio de la corriente chavista.

Para la derecha, ganar la mayoría en la Asamblea nacional de aquel país,  sería iniciar un nuevo proceso de desestabilización interna para poner en crisis al gabinete del presidente Nicolás Maduro. La búsqueda fundamental de la derecha, que por cierto aún no muestra capacidad de liderazgo, está en fomentar nuevas alianzas con poderes externos y garantizar el reinició de la privatización a ultranza entre los grupos con grandes capitales en lo interno.


Los datos de encuestas y vaticinios, destacan unas reñidas elecciones donde se pondrá a prueba la siembra del bienestar social creado por la Revolución Bolivariana  y la influencia nociva de cerca de una treintena de partidos aislados pero con penetración profunda en muchos sectores. Penetración que a buena hora se diga, es la causa de la propia desestabilización creada con el desabastecimiento de productos, utilizado como una política en contra del chavismo.

Ya se mueve mucho dinero entre bambalinas, y cuentan que algunas ONG operan más de medio millón de dólares enviados desde los Estados Unidos para ponerle oposición de fuerza al gobierno.

Cómo se vota en la parlamentaria de Venezuela (Clic)

Están en puja 167 escaños en el parlamento venezolano. De No alcanzar la mayoría, el partido socialista Unido de Venezuela, PSUV, y de hecho el proceso iniciado por Hugo Rafael Chávez, tendrá por delante grandes batallas que vencer para intentar contrarrestar las fuerzas que de seguro buscarán echar por tierra lo alcanzado.

El domingo será una jornada donde hay que tener los ojos y oídos en Venezuela. La derecha, aupada también por la victoria de Macri en Argentina, llama a una nueva oleada en América. Es como si llamara a una nueva Área de libre comercio o diera riendas sueltas al neoliberalismo frenado por la integración latinoamericana.