Tesoros en Mayarí?


Cuentan viejos amigos que las historias de tesoros en Mayarí es tan antigua como el propio río que atraviesa este poblado del oriente cubano. Algunos afirman que de sus abuelos aprendieron a contar de algunas siembras de botijas en fincas oscuras, en las estribaciones de una loma o en las arenas de la playa morales.

Un escritor amigo, investigador fiel, me contó que es cierto que en estos predios muchos ricos hacendados dejaron fortunas bajo la tierra cuando la colonia y es probable que la impronta de Piratas llegará hasta las arenas de la bahía de nipe buscando protección y descargando el botín como medida cautelar.

Cuando niño escuché a un anciano amigo llamado Pablo Cuenca, contar las anécdotas de un enterramiento de oro en la margen derecha de la Loma de la Bandera, mientras que otro vecino apuntaba que en otra loma, la Gloria, había muchas posibilidades de encontrar prendas sepultadas.

Así vinieron y fueron cientos de leyendas, enriquecidas por el imaginario popular y edulcoradas por los encuentros de botijuelas en alguna finca que nadie precisa al final, pero que sacó a una familia de la pobreza extrema cuando el cabeza de familia cruzaba la tierra para sembrar y el arado atascó en una piedra que cubría el tesoro.

El escritor Luis Jaime Saiz pone puntos precisos en su narrativa cuando en la novela Mamadoña engrana una hermosa historia alrededor del mayor tesoro perdido en tierras de Mayarí: el tesoro de los Anglada.

Al final de la obra queda claro que ese amasijo de dinero y prendas fue encontrado en la mismísima finca El Marañon, hoy Chavaleta, pero hace unos días un amigo me aseguró que él estaba claro que ese botín está aún sepultado.

Las especulaciones de estos asuntos flotan en la imaginación mayaricera y ya algunos aseguran que en ciertas paredes de casas muy viejas hay dinero empotrado o que es menester encontrar equipos precisos para indagar en las arenas de Morales, por donde era común el refugio breve de piratas en los siglos 18 y 19.

Así sucede en todos los pueblos, son las ricas historias que también dejan sabores culturales y fomentan diálogos apasionados en noches de ocio o desespero en los bolsillos.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

El tesoro de los Anglada... ¿se lo encontraría Mamadoña? Lea la novela y lo sabrá,jijiji.

Anónimo dijo...

Como me contaron lo cuento: Un amigo que trabajó en la «Mayaricera», tienda de ropa, calzado y ferretería, propiedad de Presilla, veía cuando un campesino llegaba todas las semanas a comprar en la tienda (directo con el dueño) y pagaba con monedas de oro, muy antiguas, probablemente doblones. Él supuso que era una botija que desenterró en la finca; pero hasta ahí su historia. Créalo o no lo crea.

emimundo Cuba dijo...

Todo es muy interesante...seguimos compilando historias.

Anónimo dijo...

Según mi abuelo caciano que EPD.un africano un negro que trabajaba para una de esas gente de dinero que habían x ahí x guerrita o chavleta,no recuerdo bien,pues ese negro,se le aparecía en sueño y no lo dejaba dormir porque tenía que sacar un dinero q había enterrado en el tronco de una mata por arroyo el palo.mi tío mongo que EPD también eres jefe de la cantera del pilón en aquella época y para quitarle eso a mi abuelo de la cabeza,trajo un tractor de eso con cuchilla y rompió una loma entera para como dije mi abuelo no pensará más en eso.pero si es verdad q hablaba mucho de los Anglada.yo viví esta historia personalmente con mi abuelo,mi padre y mis tios.crealo o no jejeje. Pero si es interesante

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