La nueva apuesta en el juego macabro de romper a la Revolución Cubana.


Acostumbrados a los vaivenes de la bolsa de valores, donde todo cambia en cada segundo, y a los juegos de azar que envuelven ciudades enteras como Las Vegas, el gobierno de los Estados Unidos realiza ahora una nueva apuesta. Ello forma parte de esta novedosa manera planteada por Obama en la Habana y que tiene como máxima olvidar el pasado, aunque para eso hagamos sangrar de nuevo las heridas de miles de víctimas de sabotajes y otras agresiones.

Todo parece fácil para un sistema que persiste en su intención de doblegar al mundo y que especialmente tiene una política de asfixia sobre Cuba. Como ya se ha reiterado en los medios nacionales y en algunos internacionales, el Bloqueo sigue inamovible y persiste con las grandes multas  y las prohibiciones.

Las supuestas buenas intenciones de un grupo en el gobierno de aquel país No determinan en lo orgánico de una política y por ello ahora se habla de nuevos ataques, más sutiles, de rango bajo hacia la mayor de las Antillas.

Ya es noticia que a través de terceros, Estados Unidos inyecta estímulo para que los jóvenes cubanos subviertan a la Revolución. En esta ocasión la inversión va directo a los estudiantes y especialmente a aquellos que demuestran talento entre los 16 y 18 años.


La estrategia tiene asientos en la creación de becas internacionales para que “algunos elegidos” vallan a estudiar y de paso reciban una dosis fuerte de adrenalina política.

Esta es la más novedosa “apuesta” del gobierno del norte en su juego por derribar, ahora con una política blanda, al gobierno de la Habana.

El programa es rectorado por la organización norteamericana World Learning desde hace poco más de dos años y tiene financiamiento de la Agencia de Estados Unidos para el desarrollo internacional (USAID), muy conocida entre los cubanos.

El rechazo de los estudiantes cubanos no hace esperar y ya son varios los encuentros en distintos puntos del país para denunciar el carácter injerencista de este programa.

Según algunos medios de prensa digitales, World Learning es una organización “sin fines de lucro”, cuyo objetivo supuestamente es “empoderar a las personas y fortalecer las instituciones”. Sus oficinas tienen asiento en Washington y Vermont. Ha recibido financiamiento de distintas instancias del Departamento de Estado de Estados Unidos, incluyendo la USAID, para promover cambios en Cuba, a la sombra de la sección 109 de la Ley Helms-Burton de 1996, la que fundamenta el empleo de partidas millonarias superiores a 139 millones de dólares en los dos mandatos de Barack Obama.

World Learning desarrolló entre julio y agosto pasados el llamado Programa de Verano para Jóvenes Cubanos. Bus¬caron captar a jóvenes entre 16 y 18 años de edad con estudios de enseñanza media, en función de sus espurios intereses.

El programa incluía la elaboración de un proyecto final centrado en las actividades a implementar al regresar a Cuba, el cual sería luego celosamente monitoreado por los generosos patrocinadores. 
No contaron con las autoridades cubanas. Las cuatro personas que enviaron desde Panamá para dar “los toques finales” a la captación llegaron a la Mayor de las Antillas con visas de turistas, por lo cual violaron los términos de su estancia en Cuba y fueron advertidos por las autoridades migratorias.

Para el cubano está muy claro. El cambio de política anunciada hace ya más de un año, no dejará estas mañas ni las intenciones para socavar a la Revolución. Las reglas del juego están sobre la mesa.




0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Favorites More