En 1908 cuando se inaugura La Colonia Española ubicada en la calle de
”La Marina” y trasladarse posteriormente al edificio que hoy ocupa la Casa de la Cultura Municipal, se construyó un escenario dentro inaugurado por la compañía teatral de Matilde Rueda, actriz de la época, quien dio cinco funciones de abono.
Según investigadores del movimiento músical gestado por las Bandas de conciertos en Mayarí, es en esta etapa donde se incorporaron al teatro los aficionados mayariceros Celia Sigarreta y Francisco Gómez.
En estos días de celebración se presentó una función en beneficio de la banda infantil que ya se gestaba por entonces, aunque de manera muy efímera, llevando a escena la obra “Las codornices”.
Esta banda integrada por niños con inclinaciones musicales y cuyos instrumentos habían sido adquiridos de diferentes maneras con el esfuerzo de sus progenitores y otras personas interesadas en el desarrollo cultural de la localidad que despuntaba como manantial musical reaparece de manera más consolidada en 1911, bajo la batuta del profesor Emilio A. Periut, en 1913 sustituido por el matancero García Toscao. La propia composición de la banda, la represión económica de la época y otros factores provocan cierta inestabilidad en la composición de la misma.
La Banda de Música de Mayarí, tiene sus antecedentes directos en una banda de alumnos posteriormente incorporados en la recién inaugurada Academia de Música. Esta pequeña agrupación creada en los primeros meses del año 1919, estuvo integrada por colegiales aventajados de esta institución; entre ellos se encontraban Lorenzo Iñiguez Y Amador Delgado como clarinetistas, José Morales y Fidencio Bernal en el cornetín, en los bombardinos Pedro Legrá y Belarmino Torres, además de Luis Sárduy y otros joven conocido por Neíta como tubas.
Quien fuera el director de esta pequeña banda el músico Emilio Periut, trabajaba como profesor de la academia. Periut, procedente de Santiago de Cuba había sido contratado por la alcaldía del municipio para que laborara en ese fin.
El alcalde municipal Delfín Aguilera proporcionó con sus gestiones la puesta en marcha de la academia y de la banda, facilitándoles los medios indispensables en aquel entonces.
Las clases teóricas y prácticas de la academia, se impartían en horarios diurnos, preferentemente en horas de la tarde.
La pequeña banda contaba con un repertorio de obras no muy complejas, dado el nivel técnico de sus miembros. Pudieron montar algunas marchas, pasos dobles e himnos de figurados rítmicos y tonalidades simples.
Sus actuaciones fueron escasas, siempre dentro de la ciudad, y consistían en algunos desfiles alegóricos a fechas determinadas orientados por la alcaldía. Su vestuario para tales ocasiones constituía el uniforme escolar al no contar con un uniforme oficial.
Estos alumnos no recibían salario alguno por las actividades, ya que éstas representaban una de las partes prácticas de las clases que se impartían en la academia.
Esta pequeña agrupación funcionó hasta el año 1921, cuando muere el profesor Emilio Periut y no se contaba con otra persona capacitada para enfrentar este trabajo. Ante tal situación los alumnos de la academia decidieron estudiar de forma autodidacta hasta 1923, año en que se funda la primera agrupación.
Esta agrupación infantil, que se mantuvo organizada hasta 1921, fue la base de la formación de la nueva banda, estos músicos jóvenes que comenzaron sus estudios en la academia continuaron la práctica y aprendizaje de sus instrumentos, hasta la aparición en 1923 del maestro español Luis Garbía, recién llegado a Mayarí.
El año 1923, fue de victoria política para los seguidores del Partido Liberal, entre ellos el mayor auge estaba dado en haber logrado para esa época, el primer eslabón de la alcaldía Don José (Pepe) Reyes. Éste fervoroso ante las elecciones se da a la tarea de fundar oficialmente la Banda de Música de Mayarí.
Después de dos años de inactividad por parte de la academia y la pequeña banda infantil, producto a la ausencia del profesor Emilio A. Periut llega al municipio el músico español Luis Garbía a quién se le propone por parte de la alcaldía, que se hiciera cargo de la dirección de la nueva banda y la academia.
El maestro Luis Garbía, nacido en Madrid, donde cursó sus estudios de música, perteneció a una agrupación de concierto llamada “Los alabarderos de Madrid” donde tocaba la trompa. Tenía dotes excepcionales de tipo musical. Su llegada a Mayarí trajo un repertorio que incluía algunos vals y paso dobles.
Después del acondicionamiento de la academia y los aseguramientos básicos para las necesidades técnicos materiales en los albores de las fiestas de nochebuena, en la antigua glorieta del parque “Martí”, actualmente Parque “Leyte Vidal”; felizmente hace su primera actuación la Banda Municipal entre centenares de personas que acudieron a presenciar la naciente agrupación musical que contaba con la siguiente estructura: seis clarinetistas, un requinto, cuatro trompetistas, tres saxofonistas, un bombo, un flautista, un platillo, dos tubas, un redoblante, igual número de flautín, trombón y bombardino.
Directores de la Banda de Música de Mayarí
Después del período de fundación, en el año 1930, fue designado el profesor Alejandro Ibarra para director de la banda. Este músico procedente de Santiago de Cuba, con una larga trayectoria independentista, había dirigido la banda militar de la tropa de Calixto García; era portador de una gran experiencia musical. Simultáneamente atendía la Academia de Música de la localidad, tiene el mérito de haber montado algunas de las mejores marchas de la agrupación.
Se mantuvo en la dirección de la banda hasta el año 1937 en que se hace cargo de la misma otro músico santiaguero: Carmelo Grajales. Este director dominaba algunos instrumentos, principalmente de viento, tenía pleno dominio del piano con el que se valía para hacer algunas orquestaciones de obras. Mantuvo a la banda con el auge y calidad que obtuvo en el período anterior. En el año 1940 abandona la agrupación para regresar a su ciudad natal.
Por sugerencia del Partido Conservador entra a dirigir la banda Luis Sárduy, quien tocaba la tuba desde su fundación y además era compositor y arreglista. Este músico se mantuvo en la dirección de la banda hasta el año 1946 cuando por enfermedad prescinde del oficio. A tal efecto la alcaldía de turno, representada por el Partido Liberal, nombra a Martín Meléndez PItaluga, como director de la banda.
Este músico, componente de una familia con grandes aptitudes musicales integró la banda a los diecinueve años en plena fundación de la misma, procedía del status infantil de la misma. Hasta esta fecha se había mantenido como trompeta principal en la agrupación. Se mantuvo en la banda como director hasta el año 1968 en que se desintegró la misma.
Las actuaciones oficiales de la banda se efectuaban los jueves y domingos en las llamadas retretas, éstas se realizaban en la glorieta del parque “Martí” en Mayarí desde las ocho hasta las diez de la noche y se ejecutaban de seis a ocho piezas musicales.
También se desarrollaban actividades en la zona de Preston (hoy Guatemala), Cueto, Guaro, Lengua de Pájaro (hoy Nicaro) y Felton, además de otros territorios como Sagua de Tánamo, Holguín, Palma Soriano y Banes. Los desfiles y entierros, se realizaban por orientaciones de la alcaldía, además de fiestas nacionales alegóricas a hechos históricos.
Las retretas comenzaban con una marcha en desfile desde la Academia de Música hasta el parque “Martí” por toda la calle principal hasta posicionarse en la glorieta donde era habitual.
Entre las actividades sobresalientes se destaca la participación en el festival de bandas de Santiago de Cuba en el año 1929, donde obtuvo el segundo lugar entre ocho bandas que asistieron. Este lauro le dio prestigio a la agrupación y fue designada para la bienvenida al Ministro de Justicia Egilior a su llegada a Cueto y al Presidente Gerardo Machado en el año 1934. Trasciende hasta nuestros días el solo de Martín Meléndez en la trompeta. Es necesario destacar que la etapa comprendida desde 1923 a 1945 fue la de mayor auge, aceptación del público y atención de la alcaldía local.
Para actuaciones de la banda, en las retretas, el público acudía con entusiasmo y resultaba triunfante cada presentación, pues además de lo tradicional de la actividad, la agrupación constituía un orgullo para los mayariceros.
Los hombres se sentaban en los bancos o bien se paraban en las orillas del parque a modo de observar qué muchacha podrían galantear mientras ellas cogidas de brazos, caminaban por los pasillos, luego los hombres comenzaban sus paseos también pero en dirección contraria, y al encontrarse con un grupo de muchachas, las saludaban haciendo reverencia, mostrando respeto y devoción a la mujer, hasta lograr establecer conversaciones y encontrar nuevas amistades. Como elemento de distinción los hombres se acercaban al director de la banda solicitando alguna p0ieza musical para dedicarla a determinado grupo de muchachas.
Estas retretas se convertían en una actividad donde el hombre y la mujer mostraban sus sentimientos amorosos y de amistad con el armónico acompañamiento de la banda municipal.
Las Dianas Mambisas se realizaban en fechas significativas como el diez de Octubre, veinticuatro de Febrero y otras efemérides. En días como estos, al amanecer, ya se sentía el júbilo que invadía las calles mayariceras. Era precisamente iniciado por dos músicos de la agrupación musical al interpretar las Dianas Mambisas.
Era entonces que la banda salía de la Academia de Música y local de ensayo en un departamento del Ayuntamiento, ubicado en la calle principal donde en un recorrido musical comprendían las calles Valenzuela y José Martí tomando la Carlos Manuel de Céspedes atravesando el poblado de un extremo al otro proporcionando un despertar extraordinario de alegría que daba a conocer el nacimiento de un histórico día, de nuestras luchas independentistas como símbolo y respeto a nuestras tradiciones mambisas concluyendo el recorrido en el punto de partida.
”La Marina” y trasladarse posteriormente al edificio que hoy ocupa la Casa de la Cultura Municipal, se construyó un escenario dentro inaugurado por la compañía teatral de Matilde Rueda, actriz de la época, quien dio cinco funciones de abono.
Según investigadores del movimiento músical gestado por las Bandas de conciertos en Mayarí, es en esta etapa donde se incorporaron al teatro los aficionados mayariceros Celia Sigarreta y Francisco Gómez.
En estos días de celebración se presentó una función en beneficio de la banda infantil que ya se gestaba por entonces, aunque de manera muy efímera, llevando a escena la obra “Las codornices”.
Esta banda integrada por niños con inclinaciones musicales y cuyos instrumentos habían sido adquiridos de diferentes maneras con el esfuerzo de sus progenitores y otras personas interesadas en el desarrollo cultural de la localidad que despuntaba como manantial musical reaparece de manera más consolidada en 1911, bajo la batuta del profesor Emilio A. Periut, en 1913 sustituido por el matancero García Toscao. La propia composición de la banda, la represión económica de la época y otros factores provocan cierta inestabilidad en la composición de la misma.
La Banda de Música de Mayarí, tiene sus antecedentes directos en una banda de alumnos posteriormente incorporados en la recién inaugurada Academia de Música. Esta pequeña agrupación creada en los primeros meses del año 1919, estuvo integrada por colegiales aventajados de esta institución; entre ellos se encontraban Lorenzo Iñiguez Y Amador Delgado como clarinetistas, José Morales y Fidencio Bernal en el cornetín, en los bombardinos Pedro Legrá y Belarmino Torres, además de Luis Sárduy y otros joven conocido por Neíta como tubas.
Quien fuera el director de esta pequeña banda el músico Emilio Periut, trabajaba como profesor de la academia. Periut, procedente de Santiago de Cuba había sido contratado por la alcaldía del municipio para que laborara en ese fin.
El alcalde municipal Delfín Aguilera proporcionó con sus gestiones la puesta en marcha de la academia y de la banda, facilitándoles los medios indispensables en aquel entonces.
Las clases teóricas y prácticas de la academia, se impartían en horarios diurnos, preferentemente en horas de la tarde.
La pequeña banda contaba con un repertorio de obras no muy complejas, dado el nivel técnico de sus miembros. Pudieron montar algunas marchas, pasos dobles e himnos de figurados rítmicos y tonalidades simples.
Sus actuaciones fueron escasas, siempre dentro de la ciudad, y consistían en algunos desfiles alegóricos a fechas determinadas orientados por la alcaldía. Su vestuario para tales ocasiones constituía el uniforme escolar al no contar con un uniforme oficial.
Estos alumnos no recibían salario alguno por las actividades, ya que éstas representaban una de las partes prácticas de las clases que se impartían en la academia.
Esta pequeña agrupación funcionó hasta el año 1921, cuando muere el profesor Emilio Periut y no se contaba con otra persona capacitada para enfrentar este trabajo. Ante tal situación los alumnos de la academia decidieron estudiar de forma autodidacta hasta 1923, año en que se funda la primera agrupación.
Esta agrupación infantil, que se mantuvo organizada hasta 1921, fue la base de la formación de la nueva banda, estos músicos jóvenes que comenzaron sus estudios en la academia continuaron la práctica y aprendizaje de sus instrumentos, hasta la aparición en 1923 del maestro español Luis Garbía, recién llegado a Mayarí.
Fundación de la Banda de Música de Mayarí
El año 1923, fue de victoria política para los seguidores del Partido Liberal, entre ellos el mayor auge estaba dado en haber logrado para esa época, el primer eslabón de la alcaldía Don José (Pepe) Reyes. Éste fervoroso ante las elecciones se da a la tarea de fundar oficialmente la Banda de Música de Mayarí.
Después de dos años de inactividad por parte de la academia y la pequeña banda infantil, producto a la ausencia del profesor Emilio A. Periut llega al municipio el músico español Luis Garbía a quién se le propone por parte de la alcaldía, que se hiciera cargo de la dirección de la nueva banda y la academia.
El maestro Luis Garbía, nacido en Madrid, donde cursó sus estudios de música, perteneció a una agrupación de concierto llamada “Los alabarderos de Madrid” donde tocaba la trompa. Tenía dotes excepcionales de tipo musical. Su llegada a Mayarí trajo un repertorio que incluía algunos vals y paso dobles.
Después del acondicionamiento de la academia y los aseguramientos básicos para las necesidades técnicos materiales en los albores de las fiestas de nochebuena, en la antigua glorieta del parque “Martí”, actualmente Parque “Leyte Vidal”; felizmente hace su primera actuación la Banda Municipal entre centenares de personas que acudieron a presenciar la naciente agrupación musical que contaba con la siguiente estructura: seis clarinetistas, un requinto, cuatro trompetistas, tres saxofonistas, un bombo, un flautista, un platillo, dos tubas, un redoblante, igual número de flautín, trombón y bombardino.
Directores de la Banda de Música de Mayarí
Después del período de fundación, en el año 1930, fue designado el profesor Alejandro Ibarra para director de la banda. Este músico procedente de Santiago de Cuba, con una larga trayectoria independentista, había dirigido la banda militar de la tropa de Calixto García; era portador de una gran experiencia musical. Simultáneamente atendía la Academia de Música de la localidad, tiene el mérito de haber montado algunas de las mejores marchas de la agrupación.
Se mantuvo en la dirección de la banda hasta el año 1937 en que se hace cargo de la misma otro músico santiaguero: Carmelo Grajales. Este director dominaba algunos instrumentos, principalmente de viento, tenía pleno dominio del piano con el que se valía para hacer algunas orquestaciones de obras. Mantuvo a la banda con el auge y calidad que obtuvo en el período anterior. En el año 1940 abandona la agrupación para regresar a su ciudad natal.
Por sugerencia del Partido Conservador entra a dirigir la banda Luis Sárduy, quien tocaba la tuba desde su fundación y además era compositor y arreglista. Este músico se mantuvo en la dirección de la banda hasta el año 1946 cuando por enfermedad prescinde del oficio. A tal efecto la alcaldía de turno, representada por el Partido Liberal, nombra a Martín Meléndez PItaluga, como director de la banda.
Este músico, componente de una familia con grandes aptitudes musicales integró la banda a los diecinueve años en plena fundación de la misma, procedía del status infantil de la misma. Hasta esta fecha se había mantenido como trompeta principal en la agrupación. Se mantuvo en la banda como director hasta el año 1968 en que se desintegró la misma.
Principales presentaciones
Las actuaciones oficiales de la banda se efectuaban los jueves y domingos en las llamadas retretas, éstas se realizaban en la glorieta del parque “Martí” en Mayarí desde las ocho hasta las diez de la noche y se ejecutaban de seis a ocho piezas musicales.
También se desarrollaban actividades en la zona de Preston (hoy Guatemala), Cueto, Guaro, Lengua de Pájaro (hoy Nicaro) y Felton, además de otros territorios como Sagua de Tánamo, Holguín, Palma Soriano y Banes. Los desfiles y entierros, se realizaban por orientaciones de la alcaldía, además de fiestas nacionales alegóricas a hechos históricos.
Las retretas comenzaban con una marcha en desfile desde la Academia de Música hasta el parque “Martí” por toda la calle principal hasta posicionarse en la glorieta donde era habitual.
Entre las actividades sobresalientes se destaca la participación en el festival de bandas de Santiago de Cuba en el año 1929, donde obtuvo el segundo lugar entre ocho bandas que asistieron. Este lauro le dio prestigio a la agrupación y fue designada para la bienvenida al Ministro de Justicia Egilior a su llegada a Cueto y al Presidente Gerardo Machado en el año 1934. Trasciende hasta nuestros días el solo de Martín Meléndez en la trompeta. Es necesario destacar que la etapa comprendida desde 1923 a 1945 fue la de mayor auge, aceptación del público y atención de la alcaldía local.
Para actuaciones de la banda, en las retretas, el público acudía con entusiasmo y resultaba triunfante cada presentación, pues además de lo tradicional de la actividad, la agrupación constituía un orgullo para los mayariceros.
Descripción de la Ceremonia de Retreta
Al comenzar la actividad, el parque, ya estaba invadido por jóvenes elegantemente vestidos de acuerdo a sus posibilidades, haciendo gala de educación y caballerosidad.Los hombres se sentaban en los bancos o bien se paraban en las orillas del parque a modo de observar qué muchacha podrían galantear mientras ellas cogidas de brazos, caminaban por los pasillos, luego los hombres comenzaban sus paseos también pero en dirección contraria, y al encontrarse con un grupo de muchachas, las saludaban haciendo reverencia, mostrando respeto y devoción a la mujer, hasta lograr establecer conversaciones y encontrar nuevas amistades. Como elemento de distinción los hombres se acercaban al director de la banda solicitando alguna p0ieza musical para dedicarla a determinado grupo de muchachas.
Estas retretas se convertían en una actividad donde el hombre y la mujer mostraban sus sentimientos amorosos y de amistad con el armónico acompañamiento de la banda municipal.
Dianas Mambisas
Las Dianas Mambisas se realizaban en fechas significativas como el diez de Octubre, veinticuatro de Febrero y otras efemérides. En días como estos, al amanecer, ya se sentía el júbilo que invadía las calles mayariceras. Era precisamente iniciado por dos músicos de la agrupación musical al interpretar las Dianas Mambisas.
Era entonces que la banda salía de la Academia de Música y local de ensayo en un departamento del Ayuntamiento, ubicado en la calle principal donde en un recorrido musical comprendían las calles Valenzuela y José Martí tomando la Carlos Manuel de Céspedes atravesando el poblado de un extremo al otro proporcionando un despertar extraordinario de alegría que daba a conocer el nacimiento de un histórico día, de nuestras luchas independentistas como símbolo y respeto a nuestras tradiciones mambisas concluyendo el recorrido en el punto de partida.
2 comentarios:
Aunque por mi edad no podría saber las tantas actividades que realizara la Banda Municipal de Mayarí, recuerdo las retretas y que en los entierros de veteranos de la guerra por la Independencia, salía y tocaba una «despedida» que según tengo sabido, fue creada por uno de los directores, en el velorio de su madre. Lo curioso es que, en pleno velatorio, como quedó dicho, escribió para todos los instrumentos y los entregó a cada uno de sus músicos, quienes lo memorizaron y tocaron al día siguiente en el entierro. Esta marcha fúnebre, fue usada después para los entierros de los veteranos y otras muertes importantes. Esta pieza funeral debe tener un nombre, que ignoro, pero confío que alguien lo sabrá.
Machado no pudo venir a Mayarí en 1934 si fue derrocado en el 33 por una «huelga general».
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